Hoy me
he levantado determinante,
decidida
a abordar el bote de mermelada de higos
y a no permanecer
lejos de ti.
Me
niego a seguir privando a mi lengua
del
amplísimo sabor a pepitas verdes
que
invaden mis dientes al leer tus poemas.
Los
como verso a verso,
paladeo
las eses y las equis,
me
caigo por los encabalgamientos
y te
digiero en el punto final.
La
tostada está impregnada de ti,
tan
reluciente y desigual
como unas
sabias pinceladas,
tan apetitosa
y fragante
como un
descarado capullo.
Es tu
pecho desnudo,
tus manos
en mi vientre,
es del
color de mi mirada cuando te deseo.
Cerca
de mí como la tostada mordida,
como el
poema asimilado,
como la
perdición de mis húmedas manos.
Hoy vas
a estar dentro de mí.
©
Anabel
Qué refrescante..
ResponderEliminarSaludos cordiales
Me encanta tu sensualismo en prosa, pero en verso me desborda.
ResponderEliminarquedo mi parecer en el primigenio de esta entrada, para no incurrir en errores solo te dejo mis saludos, besos
ResponderEliminarMermelada de higos. Atrayente, incluso para aquellos que le tienen alergia. Sensual
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