miércoles, 13 de octubre de 2010

Aprender


©Eli



A no mirar el reloj,
a que las horas pasen a su ritmo
tanto si diluvia o duele,
como si luce un sol impenitente.
A no querer ser estatua de sal
y olvidar un pasado que nunca fue mejor.
A deleitarse con la desidia rutinaria
del discurrir de un presente que ya es el futuro,
futuro que siempre se deseó.

Comprender que todo llega en la vida
e incluso lo imposible finaliza
y aquello que inaudito parecía
sólo lo fue en un momento infinito.

A que la vista alcance el horizonte
sin más miedo ni enemigo
que el cansancio, cómodo de vencer
con una carga de sueños
tejidos de verdad, verdad tangible.

© Anabel

5 comentarios:

  1. El mundo, la vida, es una enseñanza continua y nosotros simples aprendices, unos hacen uso de esas enseñanzas diarias, cotidianas, otros, simplemente la ves pasar.
    Este es uno de esos poemas Anabel que yo me guardo en mi baúl de los tesoros, porque si, porque es un tesoro.

    Besos

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  2. Profundo: hablas de como pensar y hacer un nuevo mundo?.. Hace poco asistí a una conferencia sobre el "tiempo espeso" (en frances) y decia mas o menos lo que dices: tomar la espesura del tiempo para ser, y dejar de andar corriendo en el flujo del tiempo para estar .....

    no sé, tu texto me hizo acordar de esa reflexion.

    tu siemrpe tan interesante

    beso lento

    el magnetista

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  3. Una reflexión hecha poesia. Gracias Anabel por compartirla con nosotros.

    Un beso.

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  4. Sí, el presente es lo único que cuenta, acaso porque es lo único que existe.

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  5. No dejes de currarte ese mundo nuevo que se abre ante ti. Aprovecha el impulso. Sigue tu instinto y procura no escuchar demasiado a las voces disidentes. Al fin y al cabo, la vida es sólo de una misma.
    Me gusta verte así.
    un beso

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