domingo, 5 de abril de 2009

Amigas en los bolsillos




Internet me ha otorgado la gran suerte de poder conocer a gente estupenda, a personas con las que nunca hubiera tenido contacto si no hubiera sido a través de esta red, personas con las que comparto mucho más que comentarios, afinidades y aficiones, comparto sentimientos y mucho cariño.


Una de estas personas es Marcela, de "Mujeres de 40 y más" que siempre ha sido muy amable y considerada conmigo. En una patente muestra de generosidad y confianza ciega, me pidió que escribiera algo para su blog, cosa que me preocupó bastante pues no sabía si era capaz de estar a su nivel.


Resultó una pequeña narración titulada "Piedras en los bolsillos", muy intimista y personal, como muchas cosas mías. Espero que os guste.
Gracias, Marcela, ha sido un honor.
Y daos una vuelta por su blog: lo vais a disfrutar.
Con estas amigas en los bolsillos, volar y soñar es tremendamente fácil.

Suelo volar con facilidad.


Consigo hacerlo en cualquier sitio y en casi cualquier circunstancia. La única energía que necesitan mis alas para emprender el vuelo es ansiar huir. En un parpadeo, me elevo por encima del mundo y lo observo desde la distancia que proporciona el aire, el azul y las nubes.


Adopto un estadio en el que las sensaciones dirigen las ideas. Lo que siento es absoluto y, desde esa certeza, se abre el abanico infinito en donde soy dueña de un escurridizo destino.


Con las alas extendidas, me enfrento al miedo envuelta en un halo de atrevimiento y recursos. Fuerte, serena y libre para emprender cualquier proyecto, cualquier ilusión que permanezca enterrada bajo las sábanas de la desidia. Me convenzo de que los obstáculos son salvables y que el optimismo es la mejor arma; de que las emociones son mis aliadas y no debo reprimirlas; de que puedo y sé.


Todo es posible en mi dimensión. Hasta tu amor por mí. Convencida de que me deseas tanto como el nudo de tu estómago te ata a mí. Logro saborearte con tal nitidez que, cuando te vuelva a ver, me vanagloriaré de haber estado en tu boca. Justo entonces abro los ojos y me veo a mí misma como una pobre diablilla que se alimenta de fatuas ilusiones. Algo se rompe dentro de mí, probablemente alguna pluma.


Me salen muy caros estos viajes a ninguna parte, por eso siempre llevo piedras en los bolsillos.





© Anabel

9 comentarios:

  1. Anabel,
    Gracias! pero el honor es mío.
    Tus relatos y dedicación al escribirlos, hacen que sea como bien sabés una admiradora tuya, porque no es fácil engancharme pero sobre todo, encontrar el momento para leerte.
    Existen veces que entro acá y no puedo terminar de leerlo tranquilamente.
    No importa: vuelvo a entrar en otro, donde sólo existen el monitor, el teclado y mi vista. Tal vez, un jarrito de café que me acompaña en la lectura.
    Muchas gracias por tu amistad y por hacer de mis pocos ratos libres algo muy especial y tremendamente único.
    Siempre atenta a tus trazos, una admiradora acá lejos, en Buenos Aires.

    Beso grande

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  2. Me gusta, la expresion de "Amigas en los bolsillos".

    Y comparto tu opinión.

    un saludete

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  3. Saltando de blog en blog he llegado hasa aquí despues de leer amigas en los bolsillos en el blog de Marcela. Ma ha encantado tu historia. Y después de dar tantas vueltas, descubrir que no estamos tan lejos. Increible!

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  4. Como siempre increíble y de final punzante y certero. Ay... Piedras en los bolsillos... No sé si las llevas de verdad Cuentista (o es sólo cuento), cómo tanto volar y hacernos volar contigo si no?

    Me guardo alguna palabra para tu casa... Sintiéndome contenta por haber podido, gracias a ti, visitar ésta.

    Un beso a todos.

    Mar.

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    Así lo dejé en casa de Marcela. Anabel... Yo no sé cuánto tardará el mundo en producir la magia suficiente como para que tus relatos salgan fuera de lo virtual (que no es poco) y obtengan la más merecida recompensa.

    Me he sentido tan identificada con ese texto que se me han puesto los vellos de punta. Sabes bien que vengo de un viaje que empezó en un infierno camuflado de oasis, puse "piedras en mis bolsillos", rocas firmes sobre mi ropa para no salir volando, ahora que no sé dónde me hallo, en qué punto exactamente te leo y sé, que por más batacazos que me pegue volveré a volar en cuanto esa "pluma rota" se sienta con fuerzas.

    Y sentiré, y gritaré, y lloraré, y reiré a carcajadas limpias, y correré hasta elevarme del suelo, y después puede que el arcoiris despistado me deje resvalar o que una lluvia de granizos me aplaste de nuevo contra el suelo pero (y te recomiendo que leas el texto, te gustará), como le dije a MOBTOMAS, lo que no querré jamás será tener que "salir a comprar cigarrillos".

    Como dice Jodorowsky (me dio por él) cambio la expresión "tengo que" por "estoy perdiendo el tiempo"... Estuve en casa de Nemo, contándole que vine de pedirle a una amiga que me ayudara y traigo un cuaderno y una nueva caja de lápices...

    Y no me importa más que el símbolo.

    Si no sale todo reviento, si no vuelo me quedo tartamuda... Si no tiro (aún a escondidas) poco a poco las piedrecitas de mis bolsillos me muero.

    Te quiero cuentista infinita.

    Mar.

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  5. Entro en tu blog "La cuentista de Hamelin" a través de Fernando González Seral.
    Yo le llamo "Señor de los Monegros".
    Copio en parte textualmente lo que tu dices en tu entrada del domingo 5 de abril.
    Internet me ha otorgado la gran suerte de conocer a gente estupenda, con las que comparto cariño y respeto por su trabajo.
    Entro a visitarte, me gusta lo que veo y leo.
    Soy mayor, fíjate ya soy abuela... para mi ha sido una manera de sentirme feliz, de alivio.
    Lo necesito y os necesito.
    Seguiré visitándote.

    Un beso.

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  6. Que bonito es todo en tu blog, pase a leer y me despido dejandote mis saludos y beso, cuidate.

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  7. Bueno, gracias a las dos. A Marcela por haberte encargado un relato libre para su blog y haberte dado la oportunidad de desatar tus sueños y vuelos.
    A ti por el relato tan original, con un título precioso, que de por si solo dice mucho.

    Un fuerte abrazo

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  8. Querida amiga del alma!
    Por supuesto lo he leído y comentado, y como todo lo que escribís, me resulta brillante...ya sabés que desde que leí tu primer cuento en "Tallerines" quedé absolutamente prendada de vos y de tu capacidad para narrar!
    No dejes nunca de hacerlo, a pesar de todo lo externo que te pueda alejar...siempre adelante!!!
    Te quiero
    tu vieja amiga de la net!
    La perla

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  9. Internet es un laberinto, una ruleta de casino, donde la suerte y la casualidad bailan juntas, donde cada vez que gira la rueda no sabemos donde irá a parar nuestra IP...solo que algunos tenemos más suerte que otros...un abrazo muy fuerte desde azpeitia

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