martes, 24 de marzo de 2009

Producto de temporada



¿No la oléis? Sus rayos de luz ya empiezan a invadirnos en las tardes más largas y en las temperaturas más suaves. Los almendros y los cerezos florecen y nubes de esporas nos avisan de que los alérgicos debemos estar en guardia. Preparamos nuestros tiestos, nuestras ropas frescas y de alegres tonalidades, las sandalias quitan el puesto a las botas y pintamos de rosa nuestro sentir. Asoma por el calendario el preludio de unas fantásticas vacaciones y un sol apoteósico. Se nos antoja que cualquier cosa es posible, que sólo se puede ir a mejor; se abren las puertas y las sonrisas, se enseñan escotes y descapotables. Llega, llega la primavera: echad la alfombra roja.
Pero, en aquellos días tan soleados que pareciese que la vista alcanzase hasta más allá de la línea del horizonte, me gustaría poder comprar un paquetito de niebla, como quien compra un quilo de fresas en pleno diciembre. Una niebla fina, pero espesa, húmeda, pero no mojada, que teja una burbuja opaca alrededor mío, donde me sienta protegida del exterior y sólo pueda percibir lo que realmente desee. Escondida detrás de moléculas de vaho, a salvo de miradas y comentarios, libre en mi reducido universo, puedo huir de la excesiva belleza, de la empalagosa confraternización, de la luz en demasía, de la ceguera de poder verlo todo.
Debería haber guardado un poco de niebla en un bote de cristal, como quien guarda una naranja en el bolsillo por si la sed aprieta, para escapar de las canículas y poder reconfortarme en la tibieza de una manta y el calor de una taza de té.

© Anabel

12 comentarios:

  1. ...siempre que te apetezca un poquito de niebla o nieve para este verano, busca en mi blog y mira, que seguro las has visto ya, pero por lo menos para la vista algo refrescará.
    Un abrazo.

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  2. Anabel, guapa, hoy hemos coincidido en el tema, incluso en el árbol. Tú necesitas más la niebla, yo necesito el sol, pero lo que está claro es que la primavera te inspira. Besitos.
    http://senderosintrincados.blogspot.com

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  3. Hola cuerntista, te escribo desde el otro lado del viaje, me fui hace poco más de una semana y vuelvo en unos días, esperando que el barco, a la vuelta, me deposite de nuevo en mi orilla para comenzar un nuevo y mejor rumbo.

    Quería saludarte amiga, como siempre te/os echo de menos...

    Son tiempos de cambios fuertes.

    Un abrazo Anabel, un abrazo inmenso...

    Mar.

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  4. Ahora te leí, sí, te leí... Me dio tiempo... Es como abrir el libro por la página exacta, ¿sabes que ni siquiera me enteré de que entraba la primavera? Mi nube de niebla era desmasiado espesa.

    Pero me apunto a tu petición, a tu deseo.

    Quiero mi pequeña burbuja, para que nadie sepa...

    Qué largo camino queda Anabel, cuánto por reconstruir... Echo atrás los escombros, no los quiero... Quiero una vida nueva, quiero ser nueva otra vez.

    Virgen y sabia.

    Cuento contigo.

    Como siempre, tu casa... El mejor artículo del diario de la mañana...

    Mar.

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  5. Hola mi florecita de oliva. Como hijo de la niebla (de otoño) que soy - y eso hasta de un modo lieral, pues nací en un pueblito que le llaman La ciudad de las brumas,- te confieso que me ha encantado este pedazo de poesía. Amiga, tengo mucos saquitos de niebla en el corazón, por si quieres una poquita también te la doy. Un besito. Hek

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  6. Justo anoche conversaba con un amigo sobre la magia de la niebla y lo placentero de sentirse rodeado de su humedad en medio de un bosque, pero tú lo has plasmado de manera magistral.
    Un abrazo enorme.

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  7. Cuentista,
    ¿Quizás la niebla brinda una mirada distinta del "afuera"? es decir, sin perder perspectiva...

    Un placer seguir tus líneas.
    Beso

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  8. De alguna manera vamos guardando esas cosas...siempre es un gusto leerte!
    Abrazos

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  9. Sí, la niebla es íntima, invita a la reflexión, nos permite pasar inadvertidos, mantiene nuestra piel húmeda, brillante ansiosa de ser acariciada...además hace que busquemos el calor del otro y su proximidad...Sí...voto por la niebla...un beso de azpeitia

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  10. Cómo te entiendo, Anabel.
    Será que donde vivimos, la niebla nos ha hecho mella en el carácter y necesitamos ese anonimato de la niebla que nos esconde y donde nos sentimos protegidas.
    Besos

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  11. Se nota que disfrutas del invierno y aborreces el calor jeje. Pero sí, yo también echo de menos reconfortarme con un té (o un chocolate caliente) en verano :-)

    Como siempre excelente. Besitos

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  12. Oh no... no más niebla, que la niebla regrese hasta finañes del próximo otoño. Suficiente frío. Ahora que sea bienvenido el sol. Difiero. Me gusta cómo escribes. Saludos.

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