martes, 5 de febrero de 2013

No hacen falta mentiras

No acepto cheques al portador,
ni promesas firmadas en el viento.
Aquí sólo valen las salivas instantáneas,
los besos polaroid,
los excesos breves
y la urgencia en el sexo.
No pierdas el tiempo en contarme
en qué pierdes tus días,
sólo me interesan las historias que puedo contar
y ésta no la voy a escribir.
No me susurres que me vas a enseñar el camino,
ni que me vas a hacer la mujer más feliz del mundo,
el cupo de mentiras lo tengo lleno,
las decepciones me desbordan,
y mi brújula se quedó varada
en la orilla opuesta al compromiso.
Sólo te exijo un momento de entrega absoluta,
luego,
sin prisa, pero sin pausa,
recoges tu ropa y opiniones.
Traspasar la puerta será la esfinge
que te hará olvidar
para quedarte tan sólo con el regusto
de una dominical sonrisa.

© Anabel



6 comentarios:

  1. Bueno, bueno, ya me voy... Pero que conste que te iba a enseñar el camino, tú te lo pierdes.
    Un abrazo

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  2. ahí estamos pues tú y yo. se me saltan las lagrimillas pero antes muerta que engañada. un beso

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  3. solo cabe una palabra "GENIAL"

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  4. Mil años y cien otoños para volver a tu casa (mi casa), adorada Cuentista... Y con "El Maestro"... (sonrisa)... qué te voy a contar que no sepas (de tanto, de todo)...

    "Peor para el sol"...

    P.D.: Quizás hay luz incluso en las noches sin luna... sorpresas hasta para los más maleados corazones.
    Te adoran... tu sirena y sus raspas.

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