jueves, 20 de enero de 2011

El tren de su vida


Cuello de abrigo acariciándote los labios; maleta de ruedas ruidosas; libro en mano; bolso cruzado y prisa. Melena que cruza la estación decidida, enredada en el viento, con un destino prefijado, segura. Así bajaste del vagón. Pensé que te había encontrado.

Fue un pensamiento rápido, como las fotos de una Polaroid, como tu pase por delante de mí, pero intenso, muy intenso. De hecho, no pude reprimir abandonar la fila para subir al tren, y seguirte. Agarré mi maleta imitando tu gesto, raudo intenté seguir tu estela y el aroma que ibas regalando a tu paso. La cola para acceder a la escalera mecánica me impidió colocarme justo detrás de ti, a tan solo un escalón de tu perfume, a tan solo un centímetro de la posibilidad de tocar tu pelo. Tuve que propinar algún empujón para no perderte de vista. A la salida de la estación te divisé cogiendo un taxi. Le hablabas al taxista que subía el equipaje al maletero y sentí celos irracionales, nieve en junio. Levanté la mano, de manera precipitada, un taxi paró a mi lado y tú te volviste. Yo seguía con el brazo levantado, quise acercarme a ti. Elegantemente, te apartaste la melena y, durante un instante, creí que me sonreías. Montaste en el coche y el taxista que había estacionado a mi lado reclamó mi atención con un pitido atronador que revolvió mis entrañas.

Devuelto a la realidad, miré el reloj. Había perdido el tren.

© Anabel

12 comentarios:

  1. Como todos tus relatos, fantástico.

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  2. Genial.. Distraerse en una boca hace que el tiempo se retire, y el tren salga puntual...(sin ti, claro)

    mi beso

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  3. Precioso, lleno de pasión interior y emoción. Fantastico.
    Besos la maga curiosa.

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  4. Un gran relato, señora cuentista. Las estaciones de tren siempre invitan a la aventura, a lo inesperado, es como si al entrar en una de ellas te diera una oportunidad la vida.,,

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  5. Si es que... una estacion de tren da mucho de si.Bueno no siempre, la experienza es un grado. jejejejeje

    saludos,nos vemos pronto
    b.

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  6. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.

    Un beso Anabel.

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  7. Nieve en Junio. Si te topas con ella, sin duda es un encuentro.
    Felicidades Cuentista.

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  8. Yo recuerdo haber visto nevar en junio... Así que todo lo demás es posible, incluso haber intentado algún empujón más para situarse a un escalón de su perfume.

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  9. ...siempre leerte es un placer. Son historias cortas, que me atrapan desde la primera palabra hasta el final.
    Un beso.

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  10. Vaya, me sumo al torrente de elogios. Realmente bueno el cuentico. Recordé Breve encuentro, la maravillosa peli de cuando el cine era cine.

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  11. Estoy contentísima de volver a leerte, querida Cuentista!
    Adoro tus relatos porque me transportan. Encienden mi imaginación y vuelo entre las letras...por eso me encanta tu estilo y los cuentos que compartes con nosotros.
    Enormemente agradecida!
    Un beso y un gran abrazo,
    Marcela

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