Llevas muerta cinco días y aún no he vertido ni una lágrima. He soportado estoicamente las molestas preguntas del señor de la funeraria y su premura para que eligiera el ataúd; las impertinencias de mis hermanas y la estupidez del representante del seguro; el eterno velorio y el tedioso sepelio en el que todo el mundo lloraba como si alguna vez le hubieras importado a alguien. Ninguno de ellos te cambió los pañales ni te empujó la silla de ruedas. Hoy es el primer día en el que estoy sola frente a tu pulida lápida y únicamente tengo ganas de bailar sobre tu tumba.
© Anabel
...no sé que decir, solo que te leo y me gusta. También la selección de fotos que haces para cada texto, son..., buenas. Tienes buen ojo.
ResponderEliminarJo tia!, eres tan dura como la vida misma,la hipocresia del llanto para los que se esconden y no saben afrontar la vida y la alegria y liberación del alma para los que se aferran a ella.
ResponderEliminarAnabel,
ResponderEliminarQué relato impactante, no lo esperaba...para nada. Me sorprendiste.
Es como si ella (el personaje) la hubiera conocido más de cerca, más que ninguno, y supiera de sus gustos y como forma de liberación, la danza. Algo que no podía hacer. Le dedica un baile aunque sea sobre su tumba. Sólo ella la conocía bien.
(Fue mi interpretación, mi pensamiento).
Un beso, Cuentista. Buen relato corto!
El descanso, la liberación, el ser personas 'buenas' acompañar, querer o hacer que queremos hasta el último. ¿Por qué?. Y allí estamos. ¿Acaso podría ser el final un tipo de sublime venganza?. Ya no importa.
ResponderEliminarLo único es que ahora hay libertad, ligero, y baile.
Saludo.
Impactantes cien palabras. Tiene fuerza el relato, mucha.
ResponderEliminarAbrazos
Amiga, no me sorprende que con pocas palabras puedas contar una historia y conmovernos!
ResponderEliminarSos genial!
Un abrazo inmenso
Guau! de nuevo!
ResponderEliminarSorprendes al final.Que capa.
Sincero y contundente...
ResponderEliminarCreo que mucha, muchísima gente, piensa así. Siempre me ha parecido que hay algo equivocado, algo trasnochado, algo que la gente quiere cambiar, en el "ritual" de la Muerte tal y como lo concebimos aquí.
Para mí quisiera una mezcla entre un "entierro Nueva Orleans" (con banda de jazz de fondo), mejicano (una buena fiesta de dos días con el difunto presente y partícipe) o el "tipo Alaska" (dejádme fuera para alimentar al hermano-Lobo y al hermano-Oso).
Un besazo.
Sólo un gran talento logra transmitir tanto con tan pocas palabras. Tú lo tienes. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn abrazo