Me sobra la niebla de las miradas
oscuras,
los gestos grandilocuentes
y las malas intenciones.
Me sobra la luz mortecina de la
decepción,
la estulticia del arrogante,
la estupidez generalizada,
la ausencia de rigor,
la desidia cotidiana.
Me sobra aquel que confunde
churras con merinas y se cree un
genio,
el que la hace y no la paga,
el que se imagina único habitante
de su mundo
y escribe con faltas de ortografía,
el que malgasta su tiempo
y hace malgastar el de los demás.
Me sobra la mentira tanto como la
desconsideración,
la cobardía en los sentimientos
y la falta de entusiasmo.
Fuego,
siembra pavesas purificadoras
con estas semillas del mal,
para recoger el fruto de los sueños
y la mezcla ardiente de todos los
deseos.
©Anabel
No hay comentarios:
Publicar un comentario