Dejar de respirar,
sin oxígeno para el cerebro.
No pensar
en lo que duele,
olvidar lo que fui
y, sobre todo, lo que soy.
Ser el no ser,
efímera, liviana.
Invisible.
No te acuerdes de mi nombre,
tal vez así deje de existir
este recalcitrante pasado.
Je ne regrette rien,
mais quittez-moi,
quittez-moi, s’il vous plais.
© Anabel
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