Pienso en tu voz susurrándome al oído, aunque sea la lista de la compra, y cierro los ojos y trago saliva para no ahogarme de placer, del gusto indescriptible de sentir tu aliento, tu humedad que me salpica la gota necesaria que eclosiona mi íntima semilla.
Amiga, otra vez al ruedo, eso me encanta!!! En tu poema, en ese susurro, abarcás la cuota de sensualidad necesaria...la caricia. Bello, como vos!!! Un abrazo que extraña
Qué preciosidad Cuentista... Qué maravilla, simplemente eso, ese aliento, cualquier palabra, cualquier motivo para sentirlo... Una mano, un roce leve al paso, y en el anochecer cuando las fuerzas van faltando y la cama es el próximo paso, el abrazo completo...
Escribes joyas concretas y directas, claras, sacándole la belleza a lo cotidiano, y a esos pequeños sentimientos que se nos escurren en el día a día sin apenas pararnos a reparar en ellos.
Tenía tantas ganas de venir a verte...
Son increíbles tus palabras, esculpes las letras y recréas un óleo inmenso, espejo en el que poder mirarse.
Anabel, eres perversamente inocente, como si detrás de la Lista de la Compra no hubiera vocablos que estimularan tu sensualidad, llevándola a los límites de lo audible. Cirto es que a mi no se me hubiera ocurrido nunca, por eso digo que eres perversamente inocente....eres genial...un besazo de azpeitia
Tremendo susurro, Anabel.
ResponderEliminarEn pocas líneas, describes sensaciones que tantas veces sentimos.
Te felicito!
Un beso, querida Cuentista.
Amiga, otra vez al ruedo, eso me encanta!!!
ResponderEliminarEn tu poema, en ese susurro, abarcás la cuota de sensualidad necesaria...la caricia.
Bello, como vos!!!
Un abrazo que extraña
Hola anabel, me gustó conocerte y conocer tu blog. Precioso poema.
ResponderEliminarNos vemos. Bsss.
Qué preciosidad Cuentista... Qué maravilla, simplemente eso, ese aliento, cualquier palabra, cualquier motivo para sentirlo... Una mano, un roce leve al paso, y en el anochecer cuando las fuerzas van faltando y la cama es el próximo paso, el abrazo completo...
ResponderEliminarEscribes joyas concretas y directas, claras, sacándole la belleza a lo cotidiano, y a esos pequeños sentimientos que se nos escurren en el día a día sin apenas pararnos a reparar en ellos.
Tenía tantas ganas de venir a verte...
Son increíbles tus palabras, esculpes las letras y recréas un óleo inmenso, espejo en el que poder mirarse.
Universal.
Un abrazo cuentista rubia, un abrazo enorme.
Mar.
Anabel, eres perversamente inocente, como si detrás de la Lista de la Compra no hubiera vocablos que estimularan tu sensualidad, llevándola a los límites de lo audible.
ResponderEliminarCirto es que a mi no se me hubiera ocurrido nunca, por eso digo que eres perversamente inocente....eres genial...un besazo de azpeitia