Tenemos el salón decorado
con bodegones de pan y cebolla
y juramentos hasta la muerte
que no recuerdo cuándo los compré
ni cómo los firmé.
Mi bolso está vacío
de migas de bizcocho,
de equis en negrita,
de hilo de Ariadna,
de brújulas con imán.
El ordenador enumera archivos
con cientos de poemas
que no leí
porque no sé escribir.
Oigo los gritos
de las sábanas de raso
y los camisones de seda
que emparedé en los años.
No encuentro la llave
del cofre del tesoro,
de la puerta de la dicha.
El rosal marchito del balcón
me recrimina la sequía que padece.
Esta mañana,
he olvidado
con bodegones de pan y cebolla
y juramentos hasta la muerte
que no recuerdo cuándo los compré
ni cómo los firmé.
Mi bolso está vacío
de migas de bizcocho,
de equis en negrita,
de hilo de Ariadna,
de brújulas con imán.
El ordenador enumera archivos
con cientos de poemas
que no leí
porque no sé escribir.
Oigo los gritos
de las sábanas de raso
y los camisones de seda
que emparedé en los años.
No encuentro la llave
del cofre del tesoro,
de la puerta de la dicha.
El rosal marchito del balcón
me recrimina la sequía que padece.
Esta mañana,
he olvidado
darte un beso al despertar.
© Anabel
"No encuentro la llave
ResponderEliminardel cofre del tesoro,
de la puerta de la dicha.
El rosal marchito del balcón
me recrimina la sequía que padece".
A mi mis plantas verdes que enverdecen (¿Me lo inventé?) mi casa... Yo tampoco encuentro llaves... "...Te confieso que no atino a encontrar la calma, nada ansío más y es lo que menos tengo..." Que dijo Manolo G. Alguna vez inspirado mientras veía volar su mirada...
Necesito tanto decir... Y tu Alzheimer se hace mío, pues no recuerdo casi nada esta noche, pues como una bandada de pájaros o de cazas, mil mariposas negras revoletéan a toda velocidad a mi alrededor. Me lo muestran todo, tan desordenado, tan sin tiempo y sin lugar... Lo de ayer hoy, ayer lo de mañana...
Mañana... Esta noche no quiero que amanezca.
Precioso.
Me encanta leerte.
Mar.
Anabel,
ResponderEliminarEste poema y la foto del angelito caído son impecables!.
Como siempre, muy exquisita y deleitante.
Un beso
Amiga, yo tampoco encuentro la llave...quisiera saber dónde hallarla...sigamos buscando, quizás aparezcan en algún rincón o quizás aprendamos de una vez a vivir asi...
ResponderEliminarUn abrazo
Excelente poema!!!
ResponderEliminarPunto de quiebre, intenso y muy adentro. 'Alzheimer'. ¿Cuando se empieza así, se empieza el fin?.
ResponderEliminarUn beso, que tengas buen domingo.
que buen final para este poema la ultima estrofa, genial.
ResponderEliminarSentido poema, acertado final. ¿Olvidaste darme un beso? Yo te lo doy. Y no importa, con los que ya me has dado me bastan para vivir y vivirte. Excelente poema compañera.
ResponderEliminarMil abrazos
Hek
ESCRIBIR
ResponderEliminarCerré una puerta con dolor
Y al abrir la siguiente puerta
para continuar…
Lo primero que me apareció
fue la ESCRITURA…
No hay mal que por bien no venga
ALZHEIMER
El final…
Me ha matado.
(Por cierto, echo de menos tus cuentos ANABEL... Muchísimo)
ResponderEliminarBesos grandes,
Mar.
Gratísima sorpresa encontrarme con tu blog...escribes unos poemas y unos relatos absolutamente delicados, con sinceridad y sin un atisbo de ñoñería. La verdad es que no soy muy aficionado a la poesía, pero me he quedado enganchado en tu blog durante media hora. Eso debe querer decir algo...
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus comentarios en mi blog. Pasaré por aquí a menudo, no te quepa duda...
Buen Poema cuentista. A ver cuando nos deleítas con un nuevo poema. Desde Torremolinos, Un beso con sabor a chocolate negro
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